Tras una larga mañana de clase, por fin es hora de volver a casa.
-Aloa, ¿Vendrás esta tarde a patinar?- te pregunta kita.
¿Quedamos a las siete en El Parque de la Mariposa?- propones tú.
-Allí quedamos –confirma ella antes de despedirse.
Nosotras subimos al tren
que acaba de llegar a la estación, mientras ella se queda en tierra,
supongo que esperando a su hermano.
Hoy es el último día de
clase de la semana, por delante tienes dos días de relax y diversión con
tus amigos. Pero también de reuniones familiares, las cuales odias
(después de tantos años juntas creo que te conozco bastante bien).
Mañana vendrá tu tío a
vernos, pues es el cumpleaños de tu madre y nunca se ha perdido ninguno.
Eso me recuerda que aún no le has comprado ningún detalle. ()
Nos bajamos del ferrocarril una parada antes de la tuya, en el tejado cristalino de un gran centro comercial.
Junto a nosotras está el ascensor que nos llevará a su interior. Tú coges a Rubí en brazos y entramos en el elevador.
El ascensor no es como se esperaría.
Aparte de los números de las seis plantas y el botón correspondiente a la parada del tren, tiene una tecla por cada una de las tiendas del centro comercial.
Aparte de los números de las seis plantas y el botón correspondiente a la parada del tren, tiene una tecla por cada una de las tiendas del centro comercial.
Diste al botón de la
tienda de cosméticos llamada "B&E". El elevador de cristales
transparentes comienza a moverse: Primero baja hasta la tercera planta,
donde se encuentran las tiendas de cosméticos, peluquería, farmacias,
joyerías, etc. Una vez allí el ascensor se traslada en dirección
horizontal por el carril adaptado para ello. Tú mantienes la vista en
los botones sin mirar ni un solo momento los escaparates que van pasando
a nuestro lado.
El ascensor por fin se
detiene. Nos encontramos ante una tienda sin escaparate con un enorme
cartel sobre la puerta donde se lee claramente el nombre de la tienda.
Tú entras en el modesto establecimiento guiada por Rubí. Una tendera
elegantemente vestida se acerca a nosotras.
-¿En qué puedo ayudarla, señorita? –pregunta.
-Estaba buscando una colonia- respondes tú.
-¿Alguna marca en particular?
Permaneces unos segundos en silencio reflexiva.
-No, la verdad es que no – reconoces finalmente.
-Bueno, en ese caso te mostraré las ofertas que tenemos.
La dependienta te ofrece un pequeño frasco de muestra.
-Si te gusta el olor de las rosas esta es una de nuestras colonias con más éxito.
Te echas un poco de la colonia en la muñeca, huele bastante bien, pero no parece convencerte, pues niegas con la cabeza.
La mujer da entonces un golpecito al frasco y a continuación te informa de una nueva oferta.
Tú niegas varias veces
antes de decidirte por un perfume de hierba buena. La asistente de la
perfumería da un último toque al frasco y este toma forma de un
recipiente de 50 cl. con forma de hierba buena.
-¿Es para ti o para reglar? –Pregunta la tendera dirigiéndose a la caja.
-Es para un regalo –aclaras.
-Son 30 Lt.
-¿30 Lt?
-Sí, pero en el precio también va incluido una crema de manos.
-Bueno, de ser así..., -pareces dudar, pero finalmente compras la colonia.
Con el regalo para tu
madre ya comprado volvemos al tren. Tan solo son las 3 y media pm, aún
quedan varias horas hasta que te vayas a patinar con tus amigos.
***
La tarde pasa despacio.
Mientras tú estudias lo visto hoy en clase, yo me dedico a hacer un
puzle de 200 piezas sin usar mi magia. Es todo un reto, la verdad, sobre
todo teniendo en cuenta mi palmo de altura.
A las seis y media nos ponemos en marcha y, a la hora acordada nos encontrábamos ya en El Parque de la Mariposa.
El Parque de la Mariposa
es una gran extensión de terreno arbolado y con jardines, en pleno
centro de Melop, con caminos asfaltados para poder pasear, ir en bici, o
patinar y, un pequeño lago con algunas barcas para entretenimiento de
los visitantes. El tren tiene su estación en un viejo edificio situado
frente al parque.
Tus amigos ya te están esperando en la puerta de este.
-Hola chicos –saludas sonriente.
-Hola Aloa, tan puntual como siempre –te devuelve el saludo Kita con ironía.
-Aun así soy la última en llegar –puntualizas.
-Bueno, no hemos venido hasta aquí para debatir quién es más puntual –os interrumpe Alec- ¿Una carrera hasta el lago?
-Esta vez ganaré yo –declaras mientras terminas de abrocharte los patines.
-Eso habrá que verlo –te reta Kita.
Yo cuento hasta tres, por ser la más imparcial del grupo, y la amistosa competición comienza.
Kita es la más rápida,
dejándoos enseguida atrás a ti y a su hermano. Tú vas en segundo lugar,
sorteando a la gente como puedes siguiendo mis indicaciones de derecha o
izquierda. Alec va el último, aunque justo detrás de ti, aprovechándose
de los huecos que vas abriendo entre los numerosos paseantes.
-Cuidado –te grito de repente, pero es demasiado tarde.
El golpe sordo de las
muñequeras chocando contra el asfalto confirma que has caído al suelo
tras chocar con un paseante a que no te ha dado tiempo a esquivar.
Con un tímido "lo siento" te apartas e encima del pobre muchacho que ha amortiguado tu caída con su espalda.
-¿Estás bien? –preguntas mirando hacia tu derecha a ningún punto en concreto.
Él también se sienta sobre el asfalto y se masajea la dolorida espalda.
-Creo que sí –confiesa-, pero la próxima vez ten más cuidado –te regaña.
-De veras lo siento, fue culpa mía. No te vi –vuelves a disculparte.
Yo, intentando no reírme me acerco hasta vosotros y revoloteo a vuestro alrededor mientras os observo.
-Perdonada. Pero la próxima vez mira mejor por donde vas –te sugiere antes de incorporarse y tenderte una mano para ayudarte.
Tú preces ignorar el gesto hasta que me acerco a tu oído para explicártelo.
Él te ayuda a ponerte de
nuevo en pie. Luego se despide con un nuevo "ve con cuidado" y te deja
sola en medio del parque, momento en el que Alec y Kita se acercan para
comprobar que sigues intacta tras la caída.
LtLatmad, moneda de la Republica de Atzneca, 1 Lt = 0.89 €
me gusta , mucho :)
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